¨No somos lo que creemos ser¨…Entonces quién somos?

Es una frase que he mencionado y sobre la cual he desarrollado la convicción desde hace ya varios años.

Como parte de una premisa para desarrollar la idea mencionaré que creo en la existencia de un inconsciente (una serie de acontecimientos en nuestra vida que no recordamos) pero que sin embargo nos generan conducta y son altamente influyentes, y llámase en este caso conducta a la acción u omisión de la misma. Miles de vivencias guardadas en alguna parte de nuestra mente, ocultas pero vivas y autónomas en nuestro interior.

Habrá que agregar que en ese potencial inconsciente, suelen tener más influencia eventos de la primera infancia, digamos los primeros 8 años o acontecimientos traumáticos posteriores como actos de violencia, abuso, etc. Por otra parte hay que aclarar que esa autonomía del inconsciente (capacidad de pensar por si solo sin nuestra necesaria anuencia) no es mal intencionada, al contrario más bien al final solo intenta protegernos PERO con usualmente malos o poco adaptativos mecanismos.

El infierno está empedrado de buenas intenciones

El infierno está empedrado de buenas intenciones dice un refrán y aplica para esta idea, lo malo es que terminamos entonces extraviándonos en la búsqueda y terminamos siendo nuestros propios enemigos con la bien intencionada pero inútil e insana forma de intentar protegernos. Entonces caemos en otra idea que he desarrollado desde hace también mucho tiempo ¨La mente nos traiciona¨. Tenemos que aprehender a dominarla, pero eso no es una tarea fácil.

En la integración de nuestro ser y desarrollo de nuestra personalidad, dimos por ciertas cosas falsas en esa infancia y entonces si estamos metidos en serios problemas, tenemos un problema estructural en nuestra confección. Creemos con convicción algo falso. No podríamos estar más equivocados y extraviados y eso terminamos siendo o en eso terminamos convirtiéndonos, en una serie de ideas sobre nosotros mismos que no son ciertas, terminamos rindiendo homenaje a través de nuestra conducta a nuestros agresores de la historia. Entonces aquellos que se burlaron de nosotros de niños, aquellos padres que nos rechazaron en algún momento, aquellas agresiones entre nuestros seres queridos que vimos, aquella pareja que me criticó y despreció o agredió, terminan siendo los que en realidad dominan nuestra vida y nos plagan de temores y eso definitivamente no somos en nuestra esencia. Al final todo eso se convertirá en síntomas y trastornos porque por alguna parte necesitamos evacuar.

Nos convertimos en una marioneta de la cual alguien más mueve los hilos.

Nos convertimos en una marioneta de la cual alguien más mueve los hilos. Alguien más pero a la vez nosotros mismos al final aunque suene contradictorio y confuso.

En el fondo y algunos muy en el fondo, tenemos como una supra conciencia. Sabemos lo que debemos hacer y dónde debemos estar y es el desarrollo de la conciencia a través de un proceso de introspección y análisis el que nos puede permitir retomar nuestra verdadera esencia y ponernos en sintonía con lo que sí verdaderamente somos y consciente y voluntariamente podemos  decidir ser.

Proceso Psicoterapéutico

Un proceso que si bien no se puede decir que sea fácil o inmediato sí existe y nos ofrece la libertad y nos acerca a la felicidad. De cierta manera eso es en lo que un proceso psicoterapéutico puede y debe consistir. No está de más mencionar que la hipnosis para quienes son susceptibles puede ser una técnica que acelere y acelere ciertos cambios y percepciones.

Así que acá la invitación para que cada quien a su ritmo proceda. Al final lo peor que podemos hacer es no hacer nada cuando sabemos que algo no esta bien.

 

Deseas iniciar un proceso para lograr descubrir quien eres realmente, puedes descubrir ese potencial escondido por ti mismo y revelar la persona que siempre has deseado ser